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La pulverización de agua sobre las instalaciones dónde se manipulan residuos, facilita el rápido asentamiento por precipitación de las partículas en suspensión causantes de los malos olores.

Con el sistema Cobertia se consigue un mayor confort de los trabajadores y se previenen enfermedades respiratorias.

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En los trabajos de construcción, pero especialmente en los de derribo de construcciones se genera una gran cantidad de polvo, que además de suponer un riesgo para la salud de los trabajadores, supone un perjuicio para la maquinaria y las herramientas utilizadas, además de una gran molestia para el vecindario.

El conseguir reducir el tiempo en el que el polvo permanece en suspensión supone un menor perjuicio para todos.

La utilización de la pulverización de agua evita la formación de lodo, que es igualmente perjudicial para la maquinaria, y reduce considerablemente su productividad.

Antes y después de la instalación de un sistema de pulverización de agua para el asentamiento de las partículas de polvo, en distintas fases del proceso de clasificación en una cantera de áridos.

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